Una de las funciones básicas de la academia es poder dar explicaciones coherentes, fundamentadas y críticas, capaces de convertirse en respuestas concretas a cuestionamientos que buscan entender los actos humanos y sus fenómenos. Para ello es necesaria la interdisciplinariedad, donde desde distintos ámbitos del conocimiento exista un complicidad de saberes para atender y entender un objeto de estudio en común. Desde esta perspectiva, el trabajo de los investigadores es fundamental y su posterior publicación, necesaria.
La producción de conocimiento debe estar asociada a herramientas de difusión y divulgación; es en esta intersección donde nace la revista Culturales. La experiencia adquirida en el proceso editorial de Culturales, más allá de lo simbólico que resulta el trabajo, nos deja provechosas lecciones y aprendizajes que son importantes analizar y compartir. En este encuentro queremos detenernos y mirarnos de forma reflexiva, considerando el “circo, maroma y teatro” que debemos enfrentar y atender semestre a semestre para sacarla a la luz. Al igual que muchas revistas académicas del área, nuestra historia ha transcurrido entre la precariedad y los esfuerzos; esfuerzos que después de diez años, han dado un buen resultado.
En este caso analizamos el producto final, ese ejemplar impreso que en nuestras manos nos dice que se ha cumplido con el trabajo y que más allá de ese análisis inicial siempre nos queda la inquietud de poder establecer si sólo se ha cumplido o también se ha avanzado. En este sentido y gracias al camino recorrido, creemos que es pertinente y relevante para muchos académicos e investigadores conocer el proceso, la experiencia, el espacio y los factores claves que hemos tenido que descubrir y enfrentar.
Como parte de un proceso normal de crecimiento y madurez, el proceso editorial de la revista Culturales nos deja una gran interrogante: ¿Qué es más importante, el prestigio de la revista o la calidad del artículo? Quizás la respuesta sea simple pero para quienes estamos día a día en estos “menesteres” la claridad se torna en sombras. Esta disyuntiva ha generado, en el caso de las revistas, un debate entre lo académico y administrativo, aspectos distintos pero complementarios que deben atenderse internamente con rigurosidad quirúrgica para cumplir con las normativas institucionales impuestas por la comunidad científica internacional. A lo anterior habría que agregar la creciente “competencia” entre instituciones por ofrecer el mejor soporte, donde la batalla se ha centrado en conseguir el mayor número de certificaciones, indizaciones y alojamiento en bases de datos donde nuevamente queda de manifiesta la pugna entre lo académico y lo administrativo.
Culturales: la historia
La revista Culturales nace como proyecto editorial en el año 2004, en el seno del entonces Centro de Estudios Culturales-Museo (CEC-MUSEO) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) a cargo del Dr. Fernando Vizcarra Schumm (primer director, 2004-2010), quien en la presentación escrita del proyecto editorial proponía:
“Culturales busca constituirse como un espacio académico para la difusión de la investigación interdisciplinaria y el análisis riguroso sobre los diversos fenómenos socioculturales, situados en los ámbitos de lo local y lo global. Pretende comunicar los aportes significativos de distintos estudiosos de diversas universidades nacionales e internacionales. La revista se concibe como una fuente de formación, consulta y apoyo para las actividades de docencia, investigación y reflexión de la problemática sociocultural, así como un soporte para la planeación, implementación y evaluación de políticas culturales desarrolladas en universidades, centros de investigación e instituciones públicas y privadas” (CEC-MUSEO, 2004).
De acuerdo a la entrevista realizada a Vizcarra Schumm en 2012, a medida de que el proyecto iba tomando forma, los aportes, apoyos, y comentarios de académicos e investigadores desde distintas universidades como la de Guadalajara (UdG), la Nacional Autónoma de México (UNAM), la de Colima (UCOL) y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), fueron fundamentales, ya que sus observaciones, sugerencias y discusiones en torno al campo académico de los estudios culturales dio una visión mucho más clara de las características que tenía que tener el producto final. Para él, la propuesta original era abrir un espacio que permitiera contar con distintas voces, no sólo de profesores, investigadores y académicos de la región fronteriza, sino que también del resto del país y de otros, para ir construyendo un foro que posibilitara pensar colectivamente los fenómenos culturales tanto en el ámbito de lo global como en el de lo local. Uno de los objetivos iniciales, advierte, fue “establecer un medio que permitiera formar recursos humanos, es decir, que la revista fuera un soporte para la formación de otros investigadores, de estudiantes de posgrado y que fuera un vehículo facilitador del aprendizaje”.
En enero del año 2005, Culturales se presenta en sociedad con su primer número impreso y siete artículos en su interior. Con el correr del tiempo y después de diez años, destacados antropólogos, sociólogos, psicólogos, historiadores, e investigadores del ámbito de la comunicación, connacionales y extranjeros, han sido parte en estos 20 números que se encuentran en circulación. Son más de 200 artículos dictaminados, 130 publicados, más de 130 autores de distintas regiones de México y de otros países quienes han participado y publicado en este proyecto académico editorial. Así, los diez primeros años de la revista los podemos dividir en dos grandes periodos: de 2004 a 2010, como la etapa de conformación, y de 2010 a 2015, como la de la consolidación.
Para el actual director, las bases de la revista no han cambiado, la mirada disciplinaria se ha ampliado, se han abierto espacios para los nuevos estudios de la cultura, a posiciones más críticas y, sobre todo, a partir del año 2010, se ha comenzado a trabajar en un proceso de internacionalización de la revista. Según Mario Alberto Magaña: “Lo que estamos haciendo es abrir la revista hacia un nivel internacional, sobre todo hacia Sudamérica, donde se han obtenido muy buenos resultados gracias a las nuevas formas de ver los estudios culturales en Latinoamérica”. Hoy Culturales, con diez años de funcionamiento ininterrumpido, se adscribe al Instituto de Investigaciones Culturales-Museo (IIC-MUSEO) de la UABC, como un espacio para la divulgación científica en castellano del trabajo académico de investigadores y de pares que trabajan temáticas relacionadas a los estudios culturales y socioculturales.
Nota: Este texto es un extracto de un documento en extenso que puede ser consultado en su totalidad en el siguiente enlace.
César E. Jiménez Yáñez
Coordinador Editorial IIC-Museo
Universidad Autónoma de Baja California
16 Nov 2015