Investigación sobre la calidad editorial

Francisco Osorio
Cinta de Moebio

En la revista Palabra Clave (La Plata) fue publicado en el 2015 el artículo “Calidad editorial y calidad científica en los parámetros para inclusión de revistas científicas en bases de datos en acceso abierto y comerciales”, por Cecilia Rozemblum, Carolina Unzurrunzaga, Guillermo Banzato y Cristian Pucacco.

Tal como los autores señalan, que una revista esté o no esté dentro de un sistema indexador se ha transformado “en una cuestión de Estado”, es decir, no da lo mismo hoy en día dónde publicamos y por ello se hacen grandes esfuerzos para que las revistas académicas ingresen a los prestigiados índices por todos reconocidos.

En este marco, los autores distinguen dos conceptos. El primero es la calidad científica de los artículos publicados en las revistas, basada fundamentalmente en el sistema de evaluación por pares, así como en otros criterios, tales como la exigencia de originalidad (o si el artículo es citado por otros estudios se podría agregar). El segundo es calidad editorial. Por este concepto entienden los aspectos formales y de procedimientos de la revista que aseguran la calidad de todo el proceso de publicación. En otras palabras, si la calidad científica está asociada al autor, la calidad editorial está relacionada al editor.

Luego estudiaron los criterios por los cuales ciertos sistemas de indexación permiten que las revistas se incorporen a los mismos. Estos fueron: Catálogo Latindex, RedALyC, SciELO, SCOPUS y WoS (llamado comúnmente ISI). Como los sistemas indexadores poseen diferentes criterios, los autores los agruparon en tres grandes grupos: calidad editorial (normas y procedimientos), calidad del contenido (revisión de pares, originalidad) y visibilidad (elementos que posibilitan ampliar la difusión, distribución, uso y público lector).

Un importante descubrimiento es que la mayor cantidad de criterios tienen que ver con la calidad editorial, el segundo con la visibilidad y el tercero con la calidad del contenido. Para WoS, por ejemplo, la calidad editorial agrupa el 68% de sus indicadores. En cambio, para Scopus lo más importante es la visibilidad, agrupando un 47% de sus indicadores.

Lo anterior quiere decir que es clave el trabajo del editor, pues en sus hombros está la responsabilidad de lograr la mejor gestión posible antes de la postulación de su revista a estos indexadores. Los autores de los artículos en promedio importan un 20% en la decisión de los sistemas de indexación.

Otro hallazgo de esta investigación es que dentro de los aspectos de calidad editorial, la originalidad y la evaluación por pares poseen un 7% cada una de importancia. Tal vez se deba a que se da por obvio que son criterios que todos los artículos cumplen hoy en día y es más una condición de partida que otra cosa.

En el fondo, los autores están preocupados que la calidad científica esté siendo reemplazada por la calidad editorial. Ahora bien, visto desde nuestra perspectiva de editores de revistas, debemos buscar un balance entre la calidad científica y la calidad editorial, pues ambos son procesos complementarios. El problema es que el contexto hoy presiona a los editores, pues los autores pueden ocupar sistemas online que no necesitan revistas (no es el estándar, pero hay diferentes canales de comunicación científica en estos tiempos).

Referencia

Rozemblum, C; Unzurrunzaga, C; Banzato, G. y Pucacco, C. 2015. Calidad editorial y calidad científica en los parámetros para inclusión de revistas científicas en bases de datos en Acceso Abierto y comerciales. Palabra Clave (La Plata) 4(2): 64-80.